El choque cultural empresarial ante la transformación digital
Leo en Cinco Días que de acuerdo con un informe elaborado por GoDaddy el 70% de las PYMES en España carecen de páginas web, y parece que el reto de la digitalización afecta sobre todo a las pequeñas empresas. Pero después de más de 20 años de trabajar en agencias de comunicación, medios y gestión de marcas para anunciantes internacionales, he llegado a la conclusión que, en términos de herramientas y plataformas digitales, aún hay mucho camino para recorrer también en empresas importantes y consolidadas.
Necesidades del sector de cadena gráfica
Se está avanzando y mejorando a pasos agigantados, en cuanto a procesos digitales, respecto a no hace mucho (sobre todo antes de la pandemia), aunque las necesidades de algunos departamentos aún están en proceso de cambio o evolución que tienen que ir asentándose. En el sector de cadena gráfica, que tiene que ver con los procesos de creación y gestión de etiquetas y materiales gráficos, algunos ejemplos de estas necesidades departamentales que he podido ver son las siguientes:
Los departamentos de IT tienen más recursos y capacidad de decisión para incluir en sus planes de sistemas, aquellas plataformas o herramientas que ayuden a los otros departamentos a ser más eficientes en tiempo y coste.
Los departamentos de compras ven en estos sistemas una manera de evitar errores, minimizar gastos innecesarios y por tanto mejorar los costes indirectos.
Los departamentos de calidad tienen más recursos, rápidos y fiables, para asegurar que todo el circuito de etiquetaje, se realiza correctamente.
Los departamentos de marketing pueden controlar el time-to-market de los proyectos, clave para poder alinear todas las acciones publicitarias, comerciales y promocionales que normalmente acompañan los lanzamientos, mejoras, etc. de los productos.
Los departamentos de producción y/o diseños internos, son, finalmente, donde se genera más tensión para conseguir que los documentos gráficos se realicen correctamente en colaboración con sus agencias de diseño, pre-press e impresión.
Finalmente, las áreas de gestión y dirección general cada vez tienen más claro que para competir de forma más eficiente hay que redoblar la apuesta por la transición digital, y si son los primeros en enarbolar dicha bandera de la digitalización, este propósito va a calar en todas las áreas de la organización.
Dentro de todas estas necesidades, frecuentemente se habla que para poder satisfacerlas, no es solamente una cuestión de recursos, sino de estar alineadas con la cultura empresarial, y allí es cuando empiezan las dudas y la incertidumbre. En la transformación digital, lo relevante es la palabra “transformación”.
Los principales choques cultural empresariales ante digitalización
La cultura empresarial es la unión entre lo que la empresa quiere que sea la forma de proceder y de actuar de los empleados frente al trabajo y lo que los propios empleados aportan en esta forma de proceder. A veces hay discrepancias entre lo que se desea y lo que se hace: el choque de cultura empresarial, que provoca parálisis y no permite avanzar en competitividad a las empresas.
Los principales choques culturales y posibles actuaciones a nivel empresarial son:
La resistencia al cambio: es una realidad que ciertas personas son percibidas o han manifestado abiertamente su resistencia a adoptar ciertas mejoras tecnológicas (como en su momento lo hubo al uso de los móviles, ordenadores, programas informáticos, el propio correo electrónico, o los softwares de videoconferencia o mensajería, que ahora vemos tan imprescindibles). Si estas personas lideran departamentos claves, el proceso aun será más complicado, aunque debemos incluir, formar y educar a estas personas para que entiendan las mejoras y no se sientan apartadas, sino que formen parte de la solución.
La percepción de resistencia al cambio: a veces son los mismos dirigentes que infravaloran la capacidad de cambio de su equipo, cuando en realidad estos son capaces de asumirlos si se hace correctamente. Confianza en las capacidades del equipo.
Gasto vs inversión: generalmente se entiende como una inversión la compra de los activos fijos en una empresa (una nueva máquina de envasado, un almacén, …) y erróneamente no se entiende como inversiones intangibles como la formación, la gestión de los datos, la marca o plataformas de gestión. Todo aquello que mejora la productividad de los equipos debe considerarse como una inversión, no un coste.
“Nos dará más trabajo”: sí, efectivamente, todo aquello que permita mejorar costes, clarificar objetivos, otorga control y monitorización de su estado, requiere de una entrada de información que, en el corto plazo, evitará duplicidades, errores, tiempo y costes. De la misma manera que sucede cuando rellenamos informes de reunión, anotaciones en línea de cambios o emails automatizados. Es un esfuerzo menor que obtiene resultados exponenciales.
La reticencia de algunos niveles directivos: Sea por permanecer en un área de confort, por desinterés o por desconocimiento, algunos perfiles claves de la organización desoyen las necesidades departamentales, que mientras las tareas se puedan seguir haciendo manualmente como hasta ahora, que tampoco se está haciendo mal…. No hace falta dar ese paso a la digitalización. Aquí hace falta mucha evangelización y demostración vía casos de éxito para transmitir las ventajas competitivas y lograr el cambio de chip a nivel directivo.
Para concluir, creemos que la mejor forma de afrontar este choque cultural frente a la digitalización es a través de la formación, la concienciación, la clarificación de las ventajas competitivas y apostar por plataformas que, como MyMediaConnect (en el caso de plataformas de gestión de marca) así como otras muchas plataformas en otras áreas de la empresa, ya están ayudando a miles de empresas a gestionarse más eficientemente.
Como en todo en la vida, seleccionar el socio adecuado (y hablo de socio, no proveedor), es vital para el éxito, ya que facilita esta gestión del choque cultural: la prueba y error con varias plataformas para una misma función es lo que puede conllevar al fracaso en la digitalización de su empresa. Elija sabiamente.
Eugenio Gómez-Acebo
